En esta nota, explicaremos cuales son los principales contaminantes que pueden degradar la eficacia de un lubricante de motor.
El lubricante juega un papel fundamental en el rendimiento y la vida útil del motor de un vehículo. Sin embargo, a lo largo del tiempo, diferentes contaminantes pueden afectar la calidad y la capacidad de protección del lubricante.
Partículas sólidas
Uno de los contaminantes más comunes son las partículas sólidas. Estas pueden provenir de diversas fuentes, como el desgaste interno del motor, la contaminación externa o incluso residuos de la fabricación del propio lubricante. Estas partículas pueden obstruir los conductos y los filtros, provocando una lubricación deficiente y un aumento del desgaste del motor.
Agua y humedad
La presencia de agua y humedad en el lubricante es otro factor perjudicial. Puede ingresar al sistema debido a la condensación, fugas o incluso como resultado de la combustión interna del motor. La presencia de agua puede llevar a la formación de ácidos corrosivos, oxidación prematura y daños en los componentes del motor.
Combustible no quemado
Cuando se produce la combustión en el motor, es posible que pequeñas cantidades de combustible no se quemen por completo y se mezclen con el lubricante. Esta contaminación de combustible diluye la viscosidad del lubricante, reduce su capacidad para proteger las superficies metálicas y aumenta la formación de depósitos.
La presencia de contaminantes en un lubricante de motor puede comprometer su capacidad para proteger el motor de forma óptima. Para mantener un rendimiento adecuado y prolongar la vida útil del motor, es esencial realizar cambios de aceite regulares y utilizar lubricantes de calidad, como los que ofrece Mobil™, que cumplan con las especificaciones recomendadas por el fabricante del vehículo. Además, es importante realizar un monitoreo regular del lubricante para detectar posibles contaminantes y tomar las medidas adecuadas para su eliminación.