Los líquidos refrigerantes son vitales para mantener a nuestros sistemas de refrigeración en óptimas condiciones. Sin embargo, a menudo se rodean de mitos y confusiones. Revisemos las realidades de algunos de ellos y aclaremos cosas.
Mito 1: El anticongelante y el refrigerante son lo mismo
Falso: Muchas personas piensan que ambos términos significan lo mismo. Sin embargo, tienen una aplicación o función ligeramente diferente. El anticongelante es un compuesto químico añadido al líquido refrigerante y que, como su nombre indica, previene la congelación de este en climas fríos. En síntesis, un líquido refrigerante bien puede tener o no la función anticongelante.
Mito 2: El refrigerante no necesita cambiarse nunca
Falso: Si bien los líquidos refrigerantes han mejorado con el paso del tiempo, y hoy por hoy tienen una larga duración gracias a una extensa vida útil, eso no quiere decir que la funcionalidad de sus químicos sea eterna. Agentes como el calor, la humedad, entre otros, todavía lo degradan y hay que estar atentos a cambiarlo de acuerdo con el manual de instrucciones.
Mito 3: El agua corriente es suficiente como refrigerante
Dudoso: El agua podría funcionar bien hasta cierto punto y ocasionalmente ya que tiene limitaciones que pueden obstruir su trabajo en climas duros. Por eso, lo mejor e ideal siempre será usar líquido refrigerante ya que cuenta con fórmulas y aditivos para operar a temperaturas extremas, así como para ofrecer protección contra la corrosión y otros problemas.
Mito 4: Todos los líquidos refrigerantes son iguales
Falso: Los líquidos refrigerantes varían en composición y propiedades. Pueden ser a base de agua, de glicol o ambos, y pueden contener aditivos específicos para proteger el sistema de refrigeración contra la corrosión, la formación de depósitos y el congelamiento.
El Mobil Permazone™, por ejemplo, es un refrigerante para motores de servicio liviano de coloración verde que cuenta con dos variedades de porcentaje de glicol: una al 17 % y otra al 33 %. Resiste un amplio rango de temperaturas y su función es proteger todos los metales del sistema.
Para motores diésel de servicio pesado está el Mobil™ Heavy Duty, un refrigerante de coloración roja compuesto por el 50 % glicol y 50 % agua tratada que brinda una eficiente protección contra la corrosión.
En conclusión, es importante comprender las realidades detrás de los líquidos refrigerantes para no caer en mitos, tomar decisiones correctas con respecto al mantenimiento de nuestros sistemas de refrigeración y no comprometer el rendimiento de nuestros vehículos, flotas o maquinarias.